Hernán Ruiz
«…Al líder de los monjes este visitante le había caído especialmente simpático; como él, procedía de los montes Distercios y se expresaba en el dinámico romance de la zona, un crisol de vocablos navarro-aragoneses, riojanos y castellanos acrisolados en la fonética vascuence. Acomodaron al huésped en el mejor aposento, brindándole agua para calmar la sed y limpiar el sudor, al tiempo que ordenara a los hermanos cuidar de su caballo…»
